Hoy hemos estado comprobando en clase cómo las patatas pueden "generar" electricidad.
Basta con introducir en la patata dos electrodos de diferente metal como el cobre (cable, monedas) y otro de cinc (acero galvanizado como en las púas, tornillos). El jugo de este tubérculo contiene una sustancia llamada ácido fosfórico que desencadena una reacción entre el cobre y el zinc, de la cual se produce un intercambio de electrones. La patata actúa como electrolito. Colocando varias patatas en serie podemos aumentar el voltaje. Desde luego es una manera de encender bombillas muy ecológica pero es bastante más barato y práctico comprar una pila.
