Con frecuencia nos enfrentamos a
situaciones nuevas, retos diferentes a los que no estamos acostumbrados y
a menudo no conseguimos encontrar el camino de salida. Son momentos en
los cuales necesitamos una solución creativa, y el pensamiento
tradicional, basado en la experiencia y en la lógica, no siempre es el
medio más adecuado para encontrarla.
El pensamiento “lateral” o divergente, también llamado pensamiento creativo, fue acuñado por Edward de Bono, un
psicólogo maltés, en la década de los 60. De Bono se dio cuenta de que
el pensamiento lógico, que es fundamentalmente hipotético y deductivo,
nos permite abordar lo obvio. La premisa es que, si somos capaces de pensar lateralmente, transitando
por caminos poco frecuentados, podremos enfrentar el problema desde una
perspectiva absolutamente nueva, y conseguiremos estimular las nuevas
ideas, desarrollando la creatividad y el ingenio.
Por supuesto no se trata de elegir el uno o el otro, solo de usar los dos según las necesidades de cada momento.
¿Os atrevéis a poner en práctica vuestro pensamiento lateral con los acertijos del siguiente vídeo?